La cadena pública de Alemania, DW, publica un extenso reportaje sobre la crisis carcelaria en Ecuador, y asegura que las autoridades poco pueden hacer para frenar la violencia en los penales.
Citando a dos expertos en seguridad de Ecuador, el medio alemán Deutsche Welle (DW) califica a las cárceles de Ecuador como el ‘epicentro del crimen organizado’, en un reportaje publicado el 4 de septiembre.
En el reportaje, la DW pone de ejemplo la crisis de rehenes que vivió la Cárcel de Turi, en Cuenca, donde por más de un día, 50 guías y siete policías estuvieron retenidos.
“Ecuador, un país que antes era considerado tranquilo, lleva varios años sufriendo una escalada de la violencia, particularmente por la presencia de bandas criminales aliadas con carteles mexicanos y colombianos”, agrega el reporte periodístico.
El profesor del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), Daniel Pontón, dijo que quien resulte electo Presidente solo gobernará un año y medio, por lo que no tendrá opción para hacer cambios.
“Ecuador no puede enfrentar la criminalidad con las normas o marcos institucionales que tenemos. Hay que hacer una serie de transformaciones institucionales, que no veo en la agenda”, dijo Pontón.
No es la primera vez que la prensa extranjera se refiere a la crisis de seguridad que vive Ecuador, y hace poco hasta un exagente de Inteligencia de Israel, Udi Levy, señaló que el narcoterrorismo se mudó al país.
El exagente de inteligencia del Mossad, Udi Levy, regresó a Argentina luego de su paso por Ecuador, donde estaba a cargo de una investigación que tuvo que abandonar por seguridad.
En entrevista con el diario argentino La Nación, Levy comenta que abandonó la investigación, luego de que la vida de los miembros de su equipo, comenzó a estar en riesgo.
“Decidí no continuar porque se había llegado a personas muy altas, era muy peligroso para mí y para mi equipo y los estaba poniendo en riesgo”, dice Levy, sin ahondar en la indagación o señalar a los responsables de las amenazas.
Sobre la penetración del terrorismo iraní, Levy afirma que se mueven a través de una serie de compañías falsas de alimentación y logística, gracias a la “gran porosidad de las fronteras de América Latina”.